Siempre he sostenido que lo barato sale caro, a excepción de las prepagos de salas de masajes que son más económicas y muchas veces prestan un mejor servicio que las de apartamentos, pero al menos ahí previamente ya sabe uno a que se atiene. Personalmente disfruto y tengo mas confianza en las salas de masajes que en los anuncios, con anuncios donde nunca me he arrepentido es en la casa frente a la cuarta brigada.