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Reciente mente y en virtud a la situación que se vive por todo esto de la pandemia y la crisis social y económica que generó la misma, he venido con la tendencia de requerir servicios a hembritas de estas que los ofrecen a domicilio. Además del plus que este tipo de oferta te puede brindar tales como: comodidad, seguridad, confianza y exclusividad si de algún modo pudiese decirse, también debería contener el aliciente de una tarifa un poco más ajustada a la realidad que estamos atravesando. Digo esto porque...he podido darme cuenta en los pedidos obtenidos, que ustedes asumen cierta actitud al solicitárselos; algo así como (Aquí me saqué el premio gordo). No sé que piensen - señoritas - pero noto algo aquí, a lo que podríamos llamarle...no se...no quisiera pecar de insensato al afirmar lo siguiente: no puedo hallar justificación alguna en pasar de una tarifa normal ¡Y cuando digo normal! Me refiero explícitamente a montos que rondan los cien mil y ciento treinta mil pesos cuando el servicio se va realizar en sitios destinados para esta actividad - estamos hablando de aptos y, ó casas de citas - en las cuales a ustedes - es de nuestro total conocimiento - les toca dejar un buen porcentaje de dicha suma a los propietarios de estos lugares. Entonces mi inquietud se sustenta en algo que es muy simple a la luz de las cosas. Si me ofrecen el mismo servicio que brindan en sus sedes de trabajo, por qué rayos se creen con el derecho de pedir tarifas que en ocasiones, se tornan exorbitantes. Yo, en mi inmensa ignorancia pensaría que bajo este contexto, ustedes se quedan con la totalidad de la cifra que están obteniendo al prestar esta atención, incluso, se llevan una buena proporción de dichos ingresos cubriendo hasta el costo de su desplazamiento, lo cual es algo que también nos demandan, debemos asumir los clientes - por lo menos en mi caso lo a sido - por lo general, repito, en las experiencias vividas. Sin el ánimo de generar polémicas ni mucho menos, les expongo el tema, asumiendo que muchas de ustedes se pegan la pasadita por acá y espero que a muchas les pueda servir de reflexión, ya que la situación no da para más que ser lo más austeros que se pueda y de esa manera, salgamos beneficiados desde ambas partes. Fuerte abrazo para todas. Dios las bendiga y espero seguir contando de todos modos con su buen servicio. hasta la próxima hermosas criaturas!
