Hola Felipe.
Por lo que expresas, veo que estás más que enamorado de la dama. Es normal y entendible que por lo especial y por la entrega de ella en cada servicio, aparte de bonita, muchos no controlemos los impulsos y las emociones que ella despierta en nosotros.
Me incluyo, que después de compartir intimidad con ella, vuelvo y hago la fila para recibir sus atenciones.
Pero con mucha dificultad, logro dejar nuevamente los pies sobre la tierra, para que esto no interfiera con mi vida normal.
En cuanto a la intimidación y campaña de desprestigio que ciernen sobre ella, opino:
-Dejen la envidia- Esta niña viene en ascenso por esfuerzo propio. Desde balcones de cuba, hotel Bliss y ahora Belmonte. Lo que tiene se lo ha ganado con esfuerzo, desempeño y carisma.
Hasta la tomo como set point: (punto de referencia), para catar otras damas y ver su eficiencia, desempeño y atención.
Disculpa lo extendido de mi opinión.
Gracias y saludos.
