Dejando a un lado los chistes de súper héroes y demás, debo decir que en el pasado las reseñas de este tipo me causaban risa, me lo imaginaba como el típico “niño” de 28 años que paga una hora y le quedan 58 minutos libres para hablar de sus cómics.
Pero desde que se empezó a meter con temas privados de la señorita Vanessa, me causa temor el hecho de pensar que pueda replicar ese comportamiento tóxico con alguna otra chica, y acabe ahuyentando los pocos servicios buenos que quedan, tal como expresa la señorita Paulina.
En algún momento si es posible que una top tenga un mal entendió y de un mal servicio, en mi caso Evelin me dejo plantado, pero eso no es excusa para tratar mal a una mujer.
Por último las propias chicas que trabajan en esto deberían pasarse el contacto de seres como este, y empezar también a depurar a tanto loco qué hay por ahí suelto.