Jorgeramero
Catador Destacado 🌟
Muchas veces, en mis disertaciones mentales con relación a las damas de compañía, damas sexoservidoras, o finalmente llamadas “damas escort”, llego a la conclusión, quizás muy errónea por el corto tiempo y las pocas experiencias sexuales con ellas, en este clandestino mundo, que parte del discurso relacionado con la liberación femenina, contribuyó a que muchas de ellas dejaran de lado actitudes y comportamientos pasivos derivados de la interacción sexual, para ser más activas; tomando el control de sus emociones, explorando y mejorando su potencial físico, mental, seductor y erótico, para transformarlo en fuertes herramientas para el sexo. Producto final: “Dominatrix”.
Ellas cumplen roles de género más complejas: Dominante o sumisa; o ambas. O simplemente la acompañante tradicional. Todo dependiendo de la necesidad y el deseo del usuario.
Sentí el impulso de compartir intimidad, con una de esas damas; tan completa de habilidades en el arte del sexo consensuado.
ENLACE:
https://co.mileroticos.com/escorts/dominatrix-domadora-de-hombres-bdsm-ven-y-se-mi-esclavo/23907028/
pasionprepagos.com
CELULAR:
3205027636
NACIONALIDAD: Colombiana.
TARIFA: $160.000 Fox/hora. $110.000 Fox/media hora.
Servicio Dominatrix: $180.000 Fox/hora. Servicio sumisión: $200.000 Fox/hora.
EDAD: 26 años
LUGAR: Casa cerca al centro comercial viva laureles, por la carrera 80.
ROSTRO: 8/10. Lindo para mi gusto. Ojos oscuros. Cejas bien depiladas y delineadas. Labios carnosos, voluminosos y bien definidos. La nariz en perfecta simetría. Dientes perfectos. Hermosa sonrisa. Cabello negro, perfumado y abundante
CUERPO: 8/10. Blanco, cuerpo natural, senos naturales de tamaño normal con su pezón rosado, suaves y firmes. Muslos y piernas delgadas, bien torneadas y firmes. Abdomen plano, firme; se ejercita en el gimnasio regularmente. Manos y pies con buena manicura y pedicura. Cadera firme redonda, natural y bien proporcionada. Su parte intima muy suave, de tonalidad rosada, con depilación láser. Labios y clítoris pequeños, bien definidos. Estatura promedio 1.6m.
HIGIENE: 10/10. Pulcra, limpia, ausencia total de malos olores tanto en sus partes íntimas, el resto de su cuerpo y cabello. Le percibía un aroma muy agradable y atrayente. Me dijo que eran por las bondades de las Victoria’s secret.
ACTITUD: 10/10. Amable, dispuesta, conversadora. Desde el momento que llegas, te recibe de beso y es atenta ante cualquier petición. Me sorprendió lo linda que es en persona. Me sentí muy cómodo interactuando con ella.
BESOS/ORAL/ANAL: 9/10. Excelentes besos. / Siempre con preservativo/ No pregunte por esa atención, pero la ofrece por un costo adicional.
SERVICIO: 10/10. Como lo mencione en el prólogo, deseé enormemente compartir intimidad con una dama que tuviera esas habilidades y conocimientos. Son pocas las que ofrecen servicios de ese talante. Vale aclarar, que no estaba interesado en recibir ese tipo de atenciones. No soy de estímulos y tratos de carácter peyorativo. O fuera yo, quien los ofreciera en una interacción íntima con una dama pública. Esas prácticas u actividades sado-masoquistas las dejo para aquellos usuarios que, en sí, les genere placer. Mi verdadera intención era comprobar en cuerpo presente, el profesionalismo de la dama, y su actuar de acuerdo a las peticiones solicitadas por el usuario. En mi caso, un encuentro íntimo convencional, donde ambas partes disfrutasen de las delicias del sexo, incluida una buena felación y cunnilingus.
Después de 10 minutos de escribirle a su WhatsApp, recibo la plantilla con los detalles y tarifas de su servicio. Le pregunto por mis dos peticiones infaltables para visitarla
Los besos y el oral a ella). Recibo su aprobación indicándome que están incluidos en el servicio. Concertamos el encuentro con una hora de anticipación, porque estaba algo retirado de su lugar de atención. Aun así, ella me recalca que le confirme visita 40 minutos antes para estar segura de mi visita y embellecerse. Al hacerlo me envía su ubicación. Le solicito adicional, 10 minutos de gracia, por la fuerte lluvia y la congestión vehicular de ese sábado en la tarde.
Llego en el tiempo acordado. Le informo de mi presencia, me responde que saldrá a abrirme. Al hacerlo, compruebo que la entrada a su lugar de trabajo es un amplio garaje, que albergar también un vehículo convencional. Me permite ingresar la moto, me retiro el impermeable y la acompaño a su habitación.
Me suministra una toalla limpia para secarme. Estaba aún mojado, con mis manos arrugadas por la lluvia. Retiro mis prendas de vestir, termino de secarme, me acerco a ella y la saludo de beso y abrazo. Me siento en la cama al lado de ella, y activo la aplicación para transferirle el dinero del servicio desde mi celular. Sentí mucha vergüenza cuando ella hizo la verificación del monto que le había consignado. Le faltaba un cero. Quizás mis entumecidos dedos, además del resto de mi cuerpo, estaban deseosos por sus cálidos estímulos. Hago la nueva transferencia, y comprobamos que estuviera correcta.
Jane selecciona música en la TV de la habitación, se acerca y comienza a besarme. Le correspondo, además de acariciarle con mis manos el cabello, la espalda y bajando a sus caderas, tocándolas y apretándolas suavemente. Retira la única prenda que tenía puesta; el sostén de los senos. (Nunca usa ropa interior en su parte intima inferior). Esta era de color gris que hacía contraste con el blanco color de su piel. Dejándose solamente los ligueros de encaje ceñidos a su cintura, exponiendo sus partes íntimas de tonalidad rosada para mi deleite. Le beso, acaricio y aprieto con mi boca y lengua sus senos. Luego ella me acuesta en la cama. Toma el profiláctico, lo instala en mi parte íntima e inicia con la felación. Lame completamente desde la raíz hacia el glande, lo chupa y succiona como degustando un dulce. Lo hace con gusto y entusiasmo. Permanece así por un buen rato. Me excita tanto, que le digo que pare. Luego pido su consentimiento para el cunnilingus. Se acuesta, se acomoda y me ofrece una hermosa, suave y pequeña vagina, de tonalidad rosada, con labios del mismo color, pequeños simétricos y bien definidos. Inicio besando ambas entrepiernas acercándome lenta y suavemente hacia su centro, y con mi lengua, acaricio por un buen espacio de tiempo, sus rosados y simétricos labios.
Llego a su centro de placer, lo acaricio con mi lengua por un buen rato, para que luego mi boca lo bese y lo presione suavemente. Después de un buen tiempo en la realización de tan placentero estímulo, siento como ambas piernas se contraen levemente, además de su abdomen. Ella esboza unos sutiles gemidos. Lo que me confirma que lo está disfrutando. Continuo con el estímulo, lo hago un poco más fuerte, y con mis manos acaricio también sus senos. Como resultado, ella con su mano acerca mi cabeza con algo de presión a su centro de placer, y con la otra estira su pelvis para que tenga más acceso a él. Llega el momento en que los movimientos de sus piernas, y su abdomen ya son involuntarios. Su espalda se dobla, sus piernas se estiran, y sus gemidos son más fuerte y agudos. Mi rostro se retira, en ese momento máximo de excitación y placer.
Me recuesto a su lado. Me dice que, por tan grata experiencia, la dejé como para tomarse una siesta de media hora. Le agradezco por su halago. Conversamos un buen rato. Le pregunté por algunas experiencias en su función de “Dama dominante”. Me contó algunas; reservándose obviamente nombres. La beso nuevamente mientras voy acariciando al unísono, su cabello, espalda y caderas. Todo el tiempo ella corresponde a mis intenciones corporales. Vuelve mi erección, y ella sin reparos y por iniciativa propia, se sube en mí, se introduce mi falo y me cabalga de frente. Le chupo los senos y no paro de besarla. Sus labios y su aliento son aditivos. Después de un buen rato, me sugiere cambio de posición. Me cabalga de espaldas. Es una de las poses que disfruto en demasía; el rebote de sus firmes, suaves y blancas caderas contra mi bajo vientre, en contraste con el rosado de sus pliegues, desbordan mi excitación de tal manera, que debo decirle que pare, para tomar un mínimo respiro. La distraigo sutilmente diciéndole que hagamos otra posición. Hacemos la posición del misionero. La última, por cierto. No me quedaba fuerza para otra más. El sentir la humedad y su estreches, era inevitable parar la descarga. Le doy un abrazo, acerco su cabeza hacia mi rostro, para besarla en el instante mismo de mi liberación enérgica.
Me acuesto a su lado y descasamos un momento. Ella se levanta y enciende el ventilador para refrescarnos. Regresa y con pañitos me retira el preservativo. Conversamos en resto de tiempo intercambiando información personal. Luego me levanto y le solicito el baño para ducharme. Me entrega una toalla limpia. Mientras me baño continuamos con la conversación. Salgo, me visto y me acompaña hasta el garaje donde tengo mi moto. Me abre la puerta, abrazo, beso y chao.
Conclusión: Jane es una dama que, en sus publicaciones, demuestra su profesionalismo, responsabilidad y compromiso en su servicio, además de bonita para mi gusto. Le gusta la puntualidad, la seriedad y claridad en los acuerdos para los encuentros íntimos. Esto me dio mucha seguridad y fue determinante a la hora de contactarla.
Recomienda: Sí.
Gracias por ver mi experiencia.

Ellas cumplen roles de género más complejas: Dominante o sumisa; o ambas. O simplemente la acompañante tradicional. Todo dependiendo de la necesidad y el deseo del usuario.
Sentí el impulso de compartir intimidad, con una de esas damas; tan completa de habilidades en el arte del sexo consensuado.
ENLACE:
https://co.mileroticos.com/escorts/dominatrix-domadora-de-hombres-bdsm-ven-y-se-mi-esclavo/23907028/

JANE En Laureles, Medellín - Pasion
hola mi amor te dejo una breve presentacion de mi. Soy Jane una scort exclusiva para el caballero mas exigente. Mi rostro es precioso y con ello lo acompaña mi cuerpo con llamativas curvas. Dejate envolver por mi entre las sabanas y sabras que es pasar un excelente rato con un buen sexo. Tengo...

CELULAR:
3205027636
NACIONALIDAD: Colombiana.
TARIFA: $160.000 Fox/hora. $110.000 Fox/media hora.
Servicio Dominatrix: $180.000 Fox/hora. Servicio sumisión: $200.000 Fox/hora.
EDAD: 26 años
LUGAR: Casa cerca al centro comercial viva laureles, por la carrera 80.
ROSTRO: 8/10. Lindo para mi gusto. Ojos oscuros. Cejas bien depiladas y delineadas. Labios carnosos, voluminosos y bien definidos. La nariz en perfecta simetría. Dientes perfectos. Hermosa sonrisa. Cabello negro, perfumado y abundante
CUERPO: 8/10. Blanco, cuerpo natural, senos naturales de tamaño normal con su pezón rosado, suaves y firmes. Muslos y piernas delgadas, bien torneadas y firmes. Abdomen plano, firme; se ejercita en el gimnasio regularmente. Manos y pies con buena manicura y pedicura. Cadera firme redonda, natural y bien proporcionada. Su parte intima muy suave, de tonalidad rosada, con depilación láser. Labios y clítoris pequeños, bien definidos. Estatura promedio 1.6m.
HIGIENE: 10/10. Pulcra, limpia, ausencia total de malos olores tanto en sus partes íntimas, el resto de su cuerpo y cabello. Le percibía un aroma muy agradable y atrayente. Me dijo que eran por las bondades de las Victoria’s secret.
ACTITUD: 10/10. Amable, dispuesta, conversadora. Desde el momento que llegas, te recibe de beso y es atenta ante cualquier petición. Me sorprendió lo linda que es en persona. Me sentí muy cómodo interactuando con ella.
BESOS/ORAL/ANAL: 9/10. Excelentes besos. / Siempre con preservativo/ No pregunte por esa atención, pero la ofrece por un costo adicional.
SERVICIO: 10/10. Como lo mencione en el prólogo, deseé enormemente compartir intimidad con una dama que tuviera esas habilidades y conocimientos. Son pocas las que ofrecen servicios de ese talante. Vale aclarar, que no estaba interesado en recibir ese tipo de atenciones. No soy de estímulos y tratos de carácter peyorativo. O fuera yo, quien los ofreciera en una interacción íntima con una dama pública. Esas prácticas u actividades sado-masoquistas las dejo para aquellos usuarios que, en sí, les genere placer. Mi verdadera intención era comprobar en cuerpo presente, el profesionalismo de la dama, y su actuar de acuerdo a las peticiones solicitadas por el usuario. En mi caso, un encuentro íntimo convencional, donde ambas partes disfrutasen de las delicias del sexo, incluida una buena felación y cunnilingus.
Después de 10 minutos de escribirle a su WhatsApp, recibo la plantilla con los detalles y tarifas de su servicio. Le pregunto por mis dos peticiones infaltables para visitarla
Llego en el tiempo acordado. Le informo de mi presencia, me responde que saldrá a abrirme. Al hacerlo, compruebo que la entrada a su lugar de trabajo es un amplio garaje, que albergar también un vehículo convencional. Me permite ingresar la moto, me retiro el impermeable y la acompaño a su habitación.
Me suministra una toalla limpia para secarme. Estaba aún mojado, con mis manos arrugadas por la lluvia. Retiro mis prendas de vestir, termino de secarme, me acerco a ella y la saludo de beso y abrazo. Me siento en la cama al lado de ella, y activo la aplicación para transferirle el dinero del servicio desde mi celular. Sentí mucha vergüenza cuando ella hizo la verificación del monto que le había consignado. Le faltaba un cero. Quizás mis entumecidos dedos, además del resto de mi cuerpo, estaban deseosos por sus cálidos estímulos. Hago la nueva transferencia, y comprobamos que estuviera correcta.
Jane selecciona música en la TV de la habitación, se acerca y comienza a besarme. Le correspondo, además de acariciarle con mis manos el cabello, la espalda y bajando a sus caderas, tocándolas y apretándolas suavemente. Retira la única prenda que tenía puesta; el sostén de los senos. (Nunca usa ropa interior en su parte intima inferior). Esta era de color gris que hacía contraste con el blanco color de su piel. Dejándose solamente los ligueros de encaje ceñidos a su cintura, exponiendo sus partes íntimas de tonalidad rosada para mi deleite. Le beso, acaricio y aprieto con mi boca y lengua sus senos. Luego ella me acuesta en la cama. Toma el profiláctico, lo instala en mi parte íntima e inicia con la felación. Lame completamente desde la raíz hacia el glande, lo chupa y succiona como degustando un dulce. Lo hace con gusto y entusiasmo. Permanece así por un buen rato. Me excita tanto, que le digo que pare. Luego pido su consentimiento para el cunnilingus. Se acuesta, se acomoda y me ofrece una hermosa, suave y pequeña vagina, de tonalidad rosada, con labios del mismo color, pequeños simétricos y bien definidos. Inicio besando ambas entrepiernas acercándome lenta y suavemente hacia su centro, y con mi lengua, acaricio por un buen espacio de tiempo, sus rosados y simétricos labios.
Llego a su centro de placer, lo acaricio con mi lengua por un buen rato, para que luego mi boca lo bese y lo presione suavemente. Después de un buen tiempo en la realización de tan placentero estímulo, siento como ambas piernas se contraen levemente, además de su abdomen. Ella esboza unos sutiles gemidos. Lo que me confirma que lo está disfrutando. Continuo con el estímulo, lo hago un poco más fuerte, y con mis manos acaricio también sus senos. Como resultado, ella con su mano acerca mi cabeza con algo de presión a su centro de placer, y con la otra estira su pelvis para que tenga más acceso a él. Llega el momento en que los movimientos de sus piernas, y su abdomen ya son involuntarios. Su espalda se dobla, sus piernas se estiran, y sus gemidos son más fuerte y agudos. Mi rostro se retira, en ese momento máximo de excitación y placer.
Me recuesto a su lado. Me dice que, por tan grata experiencia, la dejé como para tomarse una siesta de media hora. Le agradezco por su halago. Conversamos un buen rato. Le pregunté por algunas experiencias en su función de “Dama dominante”. Me contó algunas; reservándose obviamente nombres. La beso nuevamente mientras voy acariciando al unísono, su cabello, espalda y caderas. Todo el tiempo ella corresponde a mis intenciones corporales. Vuelve mi erección, y ella sin reparos y por iniciativa propia, se sube en mí, se introduce mi falo y me cabalga de frente. Le chupo los senos y no paro de besarla. Sus labios y su aliento son aditivos. Después de un buen rato, me sugiere cambio de posición. Me cabalga de espaldas. Es una de las poses que disfruto en demasía; el rebote de sus firmes, suaves y blancas caderas contra mi bajo vientre, en contraste con el rosado de sus pliegues, desbordan mi excitación de tal manera, que debo decirle que pare, para tomar un mínimo respiro. La distraigo sutilmente diciéndole que hagamos otra posición. Hacemos la posición del misionero. La última, por cierto. No me quedaba fuerza para otra más. El sentir la humedad y su estreches, era inevitable parar la descarga. Le doy un abrazo, acerco su cabeza hacia mi rostro, para besarla en el instante mismo de mi liberación enérgica.
Me acuesto a su lado y descasamos un momento. Ella se levanta y enciende el ventilador para refrescarnos. Regresa y con pañitos me retira el preservativo. Conversamos en resto de tiempo intercambiando información personal. Luego me levanto y le solicito el baño para ducharme. Me entrega una toalla limpia. Mientras me baño continuamos con la conversación. Salgo, me visto y me acompaña hasta el garaje donde tengo mi moto. Me abre la puerta, abrazo, beso y chao.
Conclusión: Jane es una dama que, en sus publicaciones, demuestra su profesionalismo, responsabilidad y compromiso en su servicio, además de bonita para mi gusto. Le gusta la puntualidad, la seriedad y claridad en los acuerdos para los encuentros íntimos. Esto me dio mucha seguridad y fue determinante a la hora de contactarla.
Recomienda: Sí.
Gracias por ver mi experiencia.




- Rostro
- 4,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 4,00 estrella(s)
- Actitud
- 5,00 estrella(s)
- Oral
- 4,00 estrella(s)
- Desempeño Sexual
- 5,00 estrella(s)
- Besos
- Besos apasionados
- ¿Recomienda?
- Sí