Ave, Caesar, morituri te salutant
¡Ave, Cesar, te saludan los que vamos a morir!
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Después de estar ausente de este mundo de los lupanares y el contratar por tiempo a mujeres públicas de lujo. Me he dado a la tarea de escudriñar un poco de nuevo, y recordar a la lumbre de aquellos años pueriles donde contrataba servicios a tientas.
Con mucha antelación me percate sobre un evento que tuvo lugar en un sitio en boga en este espacio del foro: “Aventura”. Dicho evento consistió en el pago de un cover de $200.000 para tener acceso a 20 minutos de “placer” con la chica que escogieras, reiterando que dichos momentos se representaban con unas fichas, y una cerveza de bienvenida por el pago realizado. El evento tiene un matiz un tanto swinger, ya que todo el mundo puede verte follando, porque todas las habitaciones, al menos las disponibles en dicho momento, estaban completamente abiertas. ¿Por qué digo que un tanto Swinger? Lo menciono porque hubo un momento donde hubo puertas cerradas y exclusividad imagino que con consumidores más asiduos del lugar.
Las instalaciones de Aventura son cómodas, cuenta con todo lo necesario habitaciones amplias, camas amplias, silla del placer, baño privado y sobre todo una administración, que en mi perspectiva es de las mejores. Regresando al tema del evento “swinger” solo hubo un aforo de 15 participantes, que realmente no me fije si todos fueron o no, pero me pareció que fue la cantidad justa de gente para no sentir que estabas demasiado incomodo o siendo muy observado. El evento tuvo una duración total de cuatro horas.
Por otra parte, mentalmente fui preparado para ir por algunos nombres en particular y pude catar algunos de primera mano, así que trataré de retratar sin dejarme llevar por el imperio de la emoción, con base en mi experiencia y en pocas palabras los mejores y los más dudosos por no usar otros sinónimos más despectivos. No es de menor importancia reiterar que todas las experiencias son subjetivas, y que también depende mucho de la química que sientas con la susodicha en particular.
Comencemos, Valentina, es sin hesitar para mí, aunque he dicho en ocasiones anteriores algunas cosas sobre ella, mi mejor experiencia. Su actitud lasciva y entrega para conmigo es realmente una experiencia espiritual, su cuerpo, su rostro y su actitud son aspectos que juegan positivamente a su favor. Luego, después de descansar un poco, traté de buscar a Emily cuyo rostro me pareció lo más cercano a la belleza desde los cánones que la sociedad me ha sembrado con el paso de los años, dicha beldad me recordó alguna vez un pasaje literario que leí en “Aire de Tango” de Manuel Mejía Vallejo, donde describe con precisión los senos más hermosos. Con ella también tuve una experiencia maravillosa, sentí que podía estar sosegado y entregarme al momento; muy linda energía y se concentra en que la pases bien.
Mi siguiente experiencia sí fue agridulce, tengo entendido que es de las mejores de la sala, pero conmigo no hubo ninguna especie de lazo o conexión, sentí que estaba más enfocada en contar mentalmente los 20 minutos, de la chica en cuestión a la que me refiero aquí es Sofia. Sumado a esta experiencia podría decir que Dulce tampoco fue una grata experiencia para mí; fue realmente muy incómodo, pero como lo he mencionado anteriormente, esto también tiene un factor relacionado con el azar, y la posibilidad de la que encuentres cierto tipo de arraigo químico-emocional.
En resumidas cuentas, a pesar que soy un novel completamente sobre este tipo de eventos siento que valió la pena, nunca me sentí acosado, y menos directamente, quizás de forma un tanto sutil. Podría decir que la experiencia valió la pena, siempre hubo un buen ambiente. No obstante, al final de la velada, imagino que a raíz del consumo de alcohol y psicotrópicos las cosas se pusieron un poquito pesadas en temas de actitudes, de discursos y formas de comportarse; pero bueno como dicen por ahí, es muy complejo tener a todo el mundo contento, y sobre todo cuando lidias con personas bajo esos estados de distorsión mental.
¿Lo recomiendo? El lugar per se, sí, pero ese tipo de eventos que se tornan tan pesados a la medida que pasa el tiempo, no. Mi percepción es que no es un espacio para cualquiera, debes tener la mentalidad adecuada y la capacidad de entrar en “la zona” para no distraerte.
Como siempre, me despido,
Atentamente.
Baudelaire.
